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Una de las festividades más representativas de la cultura mexicana popular es el 12 de diciembre, día en el que se celebran las apariciones de la Virgen de Guadalupe, la historia es llamativa puesto que se hizo presente en un ayate, una prenda utilizada en el siglo xv. En este artículo conoceremos un poco sobre la vestimenta de esta época en nuestro país.
En México, las civilizaciones antiguas todavía estaban desarrollándose, y aprendiendo más sobre el mundo que los rodeaba, los textiles mexicanos de esta época no muestran una gran evolución con respecto a los anteriores, las túnicas siguen presentes, siendo estas de materiales ligeros y cómodos como el algodón.
Las mujeres eran las que transmitían los conocimientos del arte textil, y las proveedoras de todos los hilados y tejidos, estos incluyen desde hilar hasta hacer los taparrabos, tilmas o capas para los hombres así como los huipiles o camisas, fajas y enredos. Dentro de la organización social, el vestuario juega un papel determinante ya que, a cada nivel social le correspondía un vestuario específico, cuyo uso estaba regido por estrictas leyes suntuarias., estas se aplicaban según el nivel social de cada individuo en la sociedad mexica. Los de mayor privilegio eran los nobles, sacerdotes, guerreros y comerciantes, para el uso de materiales, colores, prendas, bordados, accesorios, tocados diseños y estampados. Los materiales empleados para la elaboración de las prendas eran las plantas silvestres. Los primeros materiales usados fueron las fibras duras de agaves silvestres, lechuguillas, sisalana, zapupe, henéquen-, las tripas de animales y corteza de árboles.
Para las épocas de frío se usaban el heno y tule para acolchar tilmas, chalecos y mantas. El algodón era utilizado para denotar el estatus en la sociedad, las plantas del liber (fibras duras) se dejaban para las clases bajas. El arte plumario de los penachos, obedecía reglas precisas en la selección de plumas de acuerdo con la simbología de carácter religioso.

Las mujeres no participaban en organizaciones sociales y políticas, por lo cual su vestuario se veía muy limitado y simple, solamente las sacerdotisas y doncellas podían ornamentar su vestido para distinguirse. En general, las prendas eran a base de líneas rectas, sin dobleces y sólo con las costuras necesarias para juntar las telas.
Las sandalias eran portadas únicamente por la gente de más alto rango; constaba de una suela tejida de fibra de agave, de piel de ocelote o gamuza, sujeta al pie por correas o cordones.
El vestuario azteca al estar limitado por el uso del telar de cintura, se clasificaba por el uso de diferentes fibras, colores, diseños y calidad de adornos en las prendas. Los tejidos más impresionantes eran aquellos de telas dobles (en ambas caras contenían idénticas lazadas y figuras pero con los colores invertidos) y los tejidos de curva “técnica en que los hilos terminales de la trama, de color diferente, dan una vuelta al final de la tela y se convierte en urdimbre hasta formar una escuadra”.
En cuanto a los accesorios, al igual que la ropa, iban de acuerdo a la clase social, eran elaborados de diversos materiales como oro, piedras preciosas, perlas, ámbar, caracoles, pieles y plumas. La joyería significo índices de riqueza y de status social. Los principales accesorios que componían a la cultura azteca fueron: colgantes, ajorcas (ornamentos de los tobillos), anillos, brazaletes y pulseras, pectorales, collares, bezotes (perforación en el labio inferior), narigueras, diademas y orejeras.
Los arreglos del cabello también eran de suma importancia ya que marcaban el nivel social de la persona, e incluso era usado suelto en las fiestas por la idea de obtener una buena cosecha.

VESTIMENTA EN EL SIGLO 15

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